CETM La Rioja ha hecho público un comunicado en el que muestra su “total y más absoluto desacuerdo” con la medida, propuesta el pasado jueves por el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, de desviar con carácter obligatorio a los camiones desde la N-232 hacia la AP-68.

En opinión de la organización empresarial autonómica, esa decisión “supone un trato totalmente discriminatorio con el transporte de mercancías por carretera a la vez que se culpabiliza a nuestro sector de la elevada siniestralidad vial que actualmente lastra la N-232”

Según la patronal riojana, pretender que los camiones “transiten de manera obligatoria por una carretera de pago constituye una gran injusticia”, máxime habida cuenta de que el transporte de mercancías por carretera es “uno de los sectores de actividad que mayores cargas fiscales y sociales soporta”.

Eso sí, CETM La Rioja reconoce que los propios transportistas son “los más interesados en que no se produzcan más accidentes en la N-232 ni en ninguna otra vía”, pese a lo cual se opone al desvío obligatorio esgrimiendo toda una batería de argumentos.

Consecuencias negativas
En primer lugar, los responsables de la asociación regional subrayan que “el coste que esta medida conllevaría para nuestras empresas de transporte incrementaría la ya de por sí elevada carga fiscal que viene soportando nuestro sector” y provocaría que las empresas de transporte de La Rioja vieran incrementados sus costes y fueran por tanto “menos competitivas respecto a otras empresas de transporte de otras comunidades”.

Esa pérdida de competitividad provocará además que “serán numerosas las empresas que decidirán no realizar inversiones en nuestra comunidad dado el consiguiente incremento de los costes del transporte, fruto de la obligatoriedad del pago de estos peajes”.

Además, si finalmente se prohibiera la circulación de vehículos pesados por la N-232 “serían muchos los conductores que no podrían descansar en sus domicilios al pasar junto a sus localidades de residencia si el destino de su transporte no fuera en nuestra comunidad”.

Reivindicaciones conjuntas
Se empobrecerían asimismo los negocios situados en la N-232, entre los que CETM La Rioja menciona talleres, restaurantes, estaciones de servicio, etc. De hecho, la asociación de transportistas “no descarta ir de la mano junto a los representantes de estos sectores para reivindicar nuestros derechos más elementales”.

En cualquier caso, desde CETM La Rioja señalan que el transporte de mercancías es una actividad sujeta a toda una serie de exigentes controles, como la obligatoriedad de circular con tacógrafo o la imposición de exigentes limitaciones de velocidad.

Todo ello, unido al rejuvenecimiento de las flotas y la formación de los conductores profesionales hacen que el tránsito de camiones no sea una actividad especialmente peligrosa, tal y como se transmite de la medida propuesta por la Administración.

El ejemplo de la AP-7
Desde CETM La Rioja se reprocha también al ministro de Fomento que haya pueto como ejemplo el plan de desvío obligatorio de los vehículos pesados por la AP-7, sin tener en cuenta otras posibilidades a la hora de poner soluciones sobre la mesa para mejorar la seguridad vial en la N-232 a su paso por La Rioja.

Una de esas medidas alternativas es el desvío voluntario de camiones por hasta media docena de autopistas de peaje que se llevó a cabo en 2015 “consiguiendo exitosamente la reducción de la siniestralidad vial y la descongestión de otras vías convencionales”.

Desde la patronal riojana recuerdan que “este desvío de carácter voluntario consiguió que aumentara el tráfico pesado por las autopistas de peaje un 22%, pese a que las bonificaciones de estos tramos no alcanzaron el 50% de las tarifas existentes”.

Discriminación regional
La propuesta de Fomento resulta especialmente injusta para la organización empresarial autonómica al reparar en el hecho de que “para La Rioja sigue sin haber partida presupuestaria alguna para la mejora de sus infraestructuras y aquellas obras que se han ejecutado en los últimos años nunca han servido para desdoblar ningún tramo del trazado riojano de la N-232”, como sí ha sucedido en esta misma vía a su paso por Aragón.

Por eso, “lejos de liberalizar la vía de alta capacidad al igual que en el resto de comunidades”, la propuesta de Íñigo de la Serna “seguiría dejando a nuestra comunidad en desventaja frente al resto de comunidades que ya disponen de infraestructuras acordes a las necesidades de los tráficos actuales”, sostienen desde CETM La Rioja.

Criminalizar a todo un sector
La batería de motivos expuestos llevan a la patronal regional a afirmar que “no se puede obligar a que los vehículos pesados circulen por una carretera de pago, convirtiendo a nuestro sector en el responsable de la seguridad vial de las carreteras, competencia ésta, como no podía ser de otra manera, de las diferentes administraciones públicas”.

El comunicado difundido por CETM La Rioja destaca que “el peso del camión no es motivo suficiente para discriminar de manera tan injusta a nuestro sector, pues puede que haya otros condicionantes que vayan ligados aún más a la seguridad vial, como el estado o la antigüedad de todos los vehículos o las aptitudes de cualquier conductor, entre otros”.