
La dilación excesiva en el abono de los servicios de transporte continúa siendo uno de los principales problemas de los transportistas, que ven cómo el 64% de sus servicios incumple la Ley de Morosidad, pues son cobrados tras superar el plazo máximo de 60 días fijado por la mencionada norma, tal y como evidencia la última entrega del Observatorio permanente de la morosidad y los pagos en el sector del transporte por carretera, puesto en marcha por Fenadismer y la Fundación Quijote para el Transporte.
Pese a que los datos son objetivamente malos, lo cierto es que se ha producido una levísima mejoría con respecto a los registrados el mes o el año pasado. Así, mientras que en 2018 el plazo medio de pago se situó en los 80 días, en enero ese periodo se vio reducido hasta los 79 días y hasta los 78 a lo largo del mes de febrero. En lo que a los medios de pago se refiere, la transferencia es el preferido por los transportistas (43% de las operaciones), seguido por el confirming (37%), el pagaré (19%) y el cheque (1%).
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