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La IRU y la Federación Europea de Trabajadores del Transporte (ETF) han instado a los líderes de la Comisión Europea a apoyar al sector del transporte por carretera aclarando urgentemente cómo los Estados miembros aplican las normas de la UE sobre el pago de los conductores desplazados.
Los salarios de los conductores profesionales vienen regulados en 55 convenios colectivos provinciales, con un salario base que en algunos casos son inferiores al SMI, que ha subido más de un 60% en los últimos años, por lo que al publicarse un SMI genérico para todo el país armoniza y la situación de numerosos profesionales.
El embargo total de las dietas alimenticias, que se añade al de los sueldos, podría hacer casi imposible a los chóferes mantenerse en la actividad profesional lo que, para la federación, podría “agravar la situación de escasez de conductores”.