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El acuerdo entre ambas entidades trata de avanzar en minimizar el impacto de las actuaciones viarias en los ecosistemas circundantes, contribuir a su conservación y preservación, favorecer la reducción de las emisiones de gases a la atmósfera manteniendo el pavimento en un buen estado e incluso llegar a convertirse en una infraestructura productora de energía.
La Asociación Española de la Carretera, AEC, ha puesto en evidencia la falta de preparación de las infraestructuras españolas para los próximos retos de convertirse en vías conectadas y verdes.
La recogida y tratamiento de la información para gestionar las infraestructuras viarias es hoy día la punta de lanza del trabajo de muchas empresas del sector y, especialmente, de las administraciones con competencias en carreteras; pero las empresas reclaman un papel más destacado en el control de los datos.